El insólito auto que conduce Nadia Ferreira y que tiene su nombre plasmado en una pequeña placa dorada junto al de su esposo, es el Fiat 500 Jolly, modelo icónico inspirado en el estilo playero del cual solo se mantienen 100 ejemplares en el mundo, pues pocos han sobrevivido hasta la fecha, tomando en cuenta su material de elaboración y los distintos detalles que lo hacen propenso a deteriorarse con el tiempo. 

Dicho modelo, el primer Fiat de la pareja bajo este estilo tan diferente al resto de sus autos lujosos de colección, está valorado en 50 mil dólares y registra potencia de 13Hp, velocidad límite de 100km/h y un motor bicilíndrico de 0.5 litros concebido para recorrer la naturaleza en un día de playa. 

El gran Fiat 500 Jolly por dentro es toda una originalidad sin límites, siguiendo la línea del estilo de playa, pues fue creado para ese fin. 

Su fabricación en el interior es de asientos hechos de mimbre en su totalidad, tanto en los dos asientos delanteros como para los pasajeros ubicados atrás, al igual que donde se colocan los pies y el área de transmisión en cambios de velocidad. Con respecto al volante, también tiene detalles de mimbre y una pequeña cesta de almacenamiento donde puedes colocar cosas y que también está hecha del mismo material. 

El tablero del conductor presenta su indicador de velocidad y unos retrovisores circulares para su orientación. 

Otros aspectos a acotar es que los pasajeros no cuentan con cinturón de seguridad, no hay vidrio en la parte trasera, los asientos no tienen reposacabezas y tampoco tiene puertas, solo una cuerda sujetada por ambos lados para abrir y cerrar. Se agrega que presenta una caja de picnic de mimbre ubicada en la parte de atrás, donde se pueden almacenar varios objetos necesarios para el viaje y que presenta claramente su espacio, preferiblemente en miras a llevar lo indispensable. 

Sin duda que este modelo Fiat 500 Jolly de 50 mil dólares, es una de las grandes originalidades que incorporaron en su garaje tomando en cuenta el diseño, materiales de fabricación y el propósito inicial para su funcionalidad. 

Dicho regalo que disfruta Nadia Ferreira, es de los más insólitos de su colección que además utiliza para sus paseos por la ciudad, preferiblemente en medio de la naturaleza, recibiendo el fresco del viento y los modestos beneficios de una fabricación limitada, renovada y especialmente dedicada a la modelo y su esposo.

Fuente: CRÓNICA