Muy activo, el Melli brindó dos grandes asistencias que terminaron en gol. Para que el hincha empiece a ilusionarse.


No se lo puede juzgar por el insólito gol que erró con el arco vacío, sin ningún rival que lo incomodara y como sobrando la jugada, ya que además fue con la derecha, ésa que suele usar sólo como apoyo. A Óscar Romero hay que evaluarlo por su categoría en los pases, por esa facilidad natural que tiene para dejar mano a mano a sus compañeros. Porque el refuerzo paraguayo que tuvo su estreno en Boca  asistió a Orsini en el 1-0, a Vázquez en el tercero del equipo de Battaglia y, además, dejó mano a mano a Pol Fernández, a Salvio, metió centros de gol para el Toto y para Orsini y el arquero Matías Giroldi le tapó en par de zurdazos con destino de red. Más que positivo.

“Me quedo con el triunfo del equipo y con el esfuerzo de mis compañeros”, dijo el volante de 29 años que no competía desde 11 de noviembre, en el partido entre Paraguay ante Chile (0-1) por Eliminatorias. “Estaba ansioso por debutar porque no es lo mismo entrenarse que jugar un partido oficial”, explicó, pese a que su rendimiento disimuló su falta de ritmo. 

El mellizo de Ángel, el 9 que intentó traer Riquelme en el inicio del mercado de pases (finalmente se incorporó al Cruz Azul de México) le dio una gran satisfacción a Román porque jugó el fútbol que pretende el ídolo y vice de Boca. Parado como clásico enganche, Óscar jugó un primer tiempo perfecto que quedó algo opacado por las fallas de sus compañeros en la definición, aunque el zurdo dejó muy claro que la camiseta de Boca le queda pintada a su enorme talento, que había lucido en su paso Racing y no había repetido en San Lorenzo. “Estoy muy contento, feliz de estar en un club tan grande como Boca”, contó la figura frente a un Central Córdoba que hizo transpirar más de lo imaginado a Romero y a sus compañeros. 

“Battaglia me pidió que me juntara con los delanteros y jugara en sociedad con los mediocampistas. Suelto, libre”, explicó. Y así se lo vio al guaraní, liberado y confiado en su categoría para ser el dueño de la pelota. 

Fuente: Ole