El entusiasmo por la selección paraguaya de fútbol, la querida Albirroja, ha vuelto a latir con fuerza en cada rincón del país. Tras sus resonantes victorias ante potencias como Argentina y Brasil en las eliminatorias sudamericanas, miles de hinchas se volcaron nuevamente a vestir los colores nacionales, generando un notable repunte en la venta de camisetas, banderas y otros artículos alusivos.

Nino Rolón, histórico comerciante con cuatro décadas en la venta de productos deportivos, señaló que la demanda actual es comparable a la vivida en el Mundial de Sudáfrica 2010. “Hay un entusiasmo generalizado, la gente vuelve a soñar con la clasificación y eso se refleja en las ventas. Las camisetas oficial y alternativa están volando”, expresó.

Entre las novedades, la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) presentó una camiseta especialmente diseñada para personas no videntes, que incorpora símbolos en relieve para que los colores se puedan percibir mediante el tacto. Esta innovadora prenda inclusiva fue celebrada como un avance hacia un fútbol más accesible para todos.

El fenómeno no solo ha impactado en el comercio, sino también en el ánimo colectivo. Las calles lucen nuevamente teñidas de rojo, blanco y azul, y la pasión por la Albirroja parece haber renacido con una intensidad renovada.

Con cada gol y cada victoria, crece la esperanza de volver a ver a Paraguay en un Mundial. La camiseta se ha convertido en símbolo de unidad, identidad y orgullo nacional. La Albirroja no solo une corazones, también moviliza emociones y sueños.