Un vídeo demostró que la joven tenía heridas autoinfligidas y simulaba estar bajo los efectos de drogas para distraer a los investigadores. Eleanor, de 23 años, fue condenada por pervertir el curso de la justicia.

Su caso se volvió conocido en las redes sociales cuando ella misma publicó fotos de su rostro herido y aseguró que había sido golpeada y violada por una pandilla de asiáticos.

Una hora después de que se hicieran conocer las imágenes, Eleanor, que para entonces tenía 19 años, fue arrestada por las autoridades, de acuerdo con la BBC.

Las consecuencias de la mentira de la mujer hicieron aumentar los delitos de odio en su ciudad natal, Barrow-In-Furness, Inglaterra. Los residentes de la comunidad asiática recibieron amenazas de muerte, abusos verbales y escupitajos. La Policía registró 83 casos de violencia vinculados con la publicación.

Tres años antes de su engaño, en 2017, acusó a un hombre por violación, según la BBC. En medio del interrogatorio, la detective Claire Ritchie, especialista en víctimas de delitos sexuales, manifestó que “la mayoría de la gente nunca mentiría sobre algo como esto, así que no hay razón para no creerle a alguien, pero mi trabajo es establecer los hechos”.

El hombre que Williams acusó negó todo conocimiento del supuesto crimen y fue retirado de la investigación.

Año y medio después, en 2019, la entonces adolescente presentó acusaciones falsas de violencia en contra de otro hombre, quien pasó 10 semanas de prisión.

En ese momento, Eleanor habló en voz baja y dijo que el hombre que supuestamente abusó de ella tenía un cuchillo y lo agitaba.

“Me llevó al baño por el cabello, me desnudó y me golpeó con el cabezal de la ducha”.

Tiempo después, Williams hizo una afirmación aún más grave y aseguró que una pandilla de asiáticos la golpeó y la violó. Además, declaró que la obligaron a mantener relaciones sexuales con hombres en todo el nororiente de Inglaterra.

Los investigadores dijeron que la joven dio detalles increíbles al describir los lugares en donde aparentemente había sido víctima de abuso sexual. Desde una pared de color naranja, hasta un calendario de Star Wars.

El detective Robinson recordó “conducir gran parte del día sin rumbo fijo con la esperanza de que algo le resultara familiar a Eleanor. Pasé dos días en el carro con ella y no recuerdo que se enfadara ni una sola vez”.

Fuente: BBC.