Victor Sosa Osorio, dueño de un automóvil Toyota Funcargo de 1999, y Rafael Rolón Morel, dueño de un Toyota Vitz de 2006, reportaron que sus vehículos habían sido objetivo de un posible robo.

Según los denunciantes, los vehículos habían sido estacionados en el exterior de sus viviendas y cuando se percataron del incidente, encontraron que habían sido objeto de un intento de hurto. El señor Sosa descubrió que su Toyota Funcargo había desaparecido desde hacía varios días y luego lo encontró a unos 10 metros del lugar donde lo había estacionado. Por otro lado, el señor Rolón encontró que su Toyota Vitz había sido forzado y le faltaban tres perfumes y 500.000 guaraníes en efectivo.

La policía se hizo presente en el lugar y se convocó al Departamento de Investigaciones para analizar las huellas y otros indicios. Se comunicó al Ministerio Público y se sigue investigando para determinar los responsables del delito.