Un delincuente irrumpió en una veterinaria de San Lorenzo, donde con una pistola blanca de juguete amenazó a las empleadas y se llevó el dinero. El gato sentado en el mostrador permaneció indiferente a la presencia del extraño.


El episodio de inseguridad que se sumó a la interminable lista diaria de asaltos, sucedió en la tardecita-noche del jueves, en una veterinaria de la ciudad de San Lorenzo.



El solitario ladrón inicialmente ingresó al local, preguntó por algunos productos, consultó si podía pagar con tarjeta de crédito y anunció que volvería para hacer sus compras con dicho medio de pago.

Aproximadamente 25 minutos más tarde regresó con una bolsa en la mano, de la cual sustrajo una pistola de color blanco, aparentemente de juguete, según las encargadas.

Amenazó a las empleadas, las obligó a arrojarse al suelo y sacó todo el dinero que había a la vista. Se presume que el monto no supera el millón de guaraníes.

Si bien nadie puede pretender que un animal impida un asalto, mucho menos un felino, queda para la anécdota la fría actitud de la mascota del negocio, un gato que estaba sentado en el mostrador y que pese a la presencia de “un extraño en casa”, permaneció indiferente a la situación y ni se inmutó, según se ve en las imágenes del circuito cerrado.