Largas e interminables filas de vehículos se registra en el lado argentino del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, ante la masiva llegada de connacionales por Semana Santa.


Desde el inicio de esta semana, un suplicio padecen los compatriotas para cruzar el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz.

Según los informes proveídos desde el vecino país, desde el pasado domingo comenzó a incrementarse la cantidad de gente que llegaba de larga distancia. Pero desde el Martes Santo se triplicó la cantidad de automovilistas que cruzan hacia Encarnación, lo que generó largas filas y demoras de entre tres a cuatro horas para ingresar al territorio paraguayo.

Esta larga espera para cruzar el cruce internacional se produjo por la gran cantidad de compatriotas que llegan para pasar la Semana Santa con sus familiares en diferentes localidades del Departamento de Itapúa y de otros puntos del país.

A esta situación se suma el flujo de gente que a diario cruza a Posadas desde Encarnación en búsqueda de combustibles y mercaderías de la canasta familiar; lo que contribuyó al intenso y caótico tránsito en dicho cruce fronterizo.

Soportando extenuantes horas de espera, los conductores expresaron su malestar por la excesiva demora, así como por los adelantamientos que realizaban algunos vehículos con placa paraguaya.

“Es una impotencia total porque nadie hace nada; es una burla a los que realmente respetamos. Todos queremos cruzar, pero se debe respetar al otro. Es lamentable porque son los mismos paraguayos que se adelantan a otros paraguayos, y el malestar crece porque son horas espera para cruzar”, se quejó –a un medio periodístico de Posadas– una compatriota que iba camino a San Pedro del Paraná.

De acuerdo a medios de comunicación argentinos, miles de familias paraguayas provenientes de diferentes provincias, se enfilaron desde el martes para cruzar el viaducto internacional y reencontrarse con sus seres queridos en nuestro país.

En mayor proporción, los viajeros provienen de varias ciudades del Gran Buenos Aires, así como también de otras provincias argentinas.

Los compatriotas que llegan para pasar la Semana Santa con sus familias, son oriundos de diferentes departamentos –pero una gran cantidad son oriundos de San Pedro del Paraná, Edelira, Coronel Bogado y General Artigas– Itapúa, Yuty-Caazapá y otros puntos de la región.

Cíclico. Este auge de viajeros en el cruce fronterizo de Encarnación-Posadas, principalmente de compatriotas que retornan al país, se repite en cada Semana Santa y en los días previos a las fiestas de fin de año. En esas fechas, miles de personas aprovechan la ocasión para visitar a sus familiares. Los viajeros lamentan que cada año el caos se apodere del cruce fronterizo, donde deben soportar todo tipo de situaciones y necesidades.


Es una impotencia total porque nadie hace nada; es una burla a los que realmente respetamos. Todos queremos cruzar. Ramona Benítez, de San Pedro del Paraná.


FUENTE: UH