Debido a unas 150.000 conexiones clandestinas tanto de pequeños asentamientos como de usuarios de gran volumen, la ANDE reporta una pérdida anual de unos 60 millones de dólares.


Las intervenciones de los técnicos no dan abasto para cortar las irregularidades.

“Esta es la estimación que tenemos entre la energía adquirida de las binacionales y la energía facturada. En las pérdidas totales se incluye las pérdidas técnicas y no técnicas, que son las de substracción “, confirmó el gerente comercial de la ANDE, Rody Rolón en entrevista con la 730 AM, en relación a los 60 millones de dólares de pérdida para la entidad.

Detalló que dicho monto se concentra entre los departamentos de Caaguazú, San Pedro, Alto Paraná, Itapúa y Central, que absorben el 80 % de este dinero.

En cuanto a la distribución del robo de energía, el ingeniero describió el fenómeno como equilibrado, pus si bien el consumo clandestino de los asentamientos no tiene tanto volumen, un solo gran cliente puede extraer todo lo que corresponde a dos o tres grandes espacios.



“En los asentamientos se dificulta mucho porque van nuestros técnicos y son agredidos. Ahora optamos por otra estrategia para facilitarle los trámites para la regulación y colocarle un medidor. Entendemos que nos va a facilitar facturar la energía eléctrica”, consideró Rolón..

El área comercial de la ANDE aplica una multa administrativa establecida en la carta orgánica según criterios como: dimensión del cable, llave limitadora, potencia del transformador y cálculo de horas por día.

Posteriormente la asesoría jurídica de la ANDE le da seguimiento y la expectativa de pena bajo la tipificación de substracción de energía eléctrica es de hasta tres años o multa, según el Código Penal./HOY