En el marco de la investigación por un presunto caso de abuso sexual ocurrido en el Penal de Itapúa, autoridades realizaron dos allanamientos en busca de evidencias. Uno de los procedimientos se llevó a cabo en una vivienda del Conjunto Habitacional Arroyo Porã, donde se incautaron documentos, un automóvil y un celular. Sin embargo, la casa estaba vacía, ya que sus ocupantes habrían abandonado el lugar a pie horas antes del operativo.  

El segundo allanamiento se realizó en la celda del principal sospechoso, ubicada en el sector "A Alta" del penal. Allí, las autoridades confiscaron siete chips de telefonía móvil, un cuaderno de anotaciones y ocho armas blancas de fabricación casera.  

Las diligencias estuvieron a cargo de la fiscal Rocío Valdez y el jefe de Prevención y Seguridad Ciudadana, quienes aseguraron que continuarán investigando para esclarecer el caso.  

**Un crimen que conmociona**  

El caso salió a la luz tras el ingreso de un menor de 9 años, acompañado de su madre, al Centro de Rehabilitación Social de Itapúa (CERESO) para visitar a su padrastro. Durante la visita, el niño habría sido víctima de un brutal abuso que le causó lesiones graves, requiriendo una intervención quirúrgica.  

Profesionales médicos de Ciudad del Este, donde fue trasladado para recibir atención especializada, notificaron a las autoridades sobre el hecho. Según reportes preliminares, el menor ahora necesita usar pañal debido a las severas secuelas sufridas.  

El caso ha generado indignación en la comunidad, y se exige justicia para la víctima. Las investigaciones se encuentran en curso, con el objetivo de identificar a los responsables y garantizar que paguen por este atroz crimen.