La propuesta legislativa de protección al consumidor de productos cárnicos prohíbe utilizar denominaciones asociadas a la proteína roja, para referirse a otros alimentos producidos de manera artificial. El texto fue sancionado ayer en Diputados.


El pleno de la Cámara de Diputados trató este miércoles el proyecto que provino con media sanción del Senado, que se titula de protección al consumidor de productos cárnicos y sus derivados.



La versión que obtuvo sanción completa ayer prohíbe la utilización de las denominaciones asociadas a productos cárnicos en alimentos sean de origen vegetal.


El texto indica que no podrá utilizarse en el comercio, ni registrarse como marca, ninguna palabra, etiqueta, documento comercial, descripción o representaciones pictóricas, material publicitario o forma de publicidad y de presentación, lemas, emblemas, monogramas, sellos, viñetas, relieves, así como combinaciones y disposiciones de colores, etiquetas, envases y envoltorios, que indique, identifique, implique o sugiera que los alimentos a los que se hace alusión (carne de origen animal), cuando se trata de un alimento de origen vegetal.


Tampoco se podrán usar estas etiquetas para referirse a artículos que contengan células de cultivo animal producidas de manera artificial en un laboratorio.


“Actualmente, existen ofertas de alimentos que utilizan ingredientes y métodos alternativos a los sistemas tradicionales de producción, entre los que se encuentran alimentos similares a la carne de origen animal, sea por su textura, por la coloración o incluso por su sabor, pero cuya composición es diferente”, señala la exposición de motivos.


Agrega que muchos son elaborados a partir de otros componentes, pero que no provienen de animales sacrificados para el consumo humano.


Uno de los impulsores, el diputado por Boquerón, Edwin Reimer, sostuvo que a partir de esta legislación se evitará llamar carne de soja a la soja texturizada además de asegurar y precautelar los intereses de los consumidores al comprar un determinado producto



Fuente: HOY