Algunos comercios tienen por costumbre aplicar el “cateo forzado” al “sospechoso” o dejar los bolsos antes de entrar dejando un mal sabor a los clientes observados de “pie a cabeza”, supuestamente para prevenir hurtos.


Esta vez una situación similar terminó en una feroz denuncia ante la Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco).

El angoleño Alfredo Bonga, conocido por sus hamburguesas “Afroguaraní”, denunció que fue víctima de discriminación racial en un centro comercial de Capiatá.

Agregó que, “sospecharon y me trataron de ladrón solo por mi color de piel, fui a hacer la denuncia en la Fiscalía, allí me dijeron que en Paraguay la discriminación racial no está tipificada como delito, entonces recurrí a Defensa del Consumidor”.

Bonga relató que tras realizar sus compras, la dueña del comercio pidió que le revisaran la pequeña cartera que llevaba por sospechar que se había robado algo.


“Al salir los guardias lo atajaron, ya que la dueña les dijo que me revisen de punta a punta asegurando que se había robado algo. Me negué a que me revisen y exigí la presencia policial para mostrar lo que tenía en mi bolsa, ya que estaba seguro de mi inocencia y así fue los policías me revisaron y no encontraron nada”, dijo. Para el 28 de setiembre se fijó una audiencia de conciliación, el angoleño exige a la dueña del comercio un comunicado en donde se limpie su imagen he’i.


Fuente: CRONICA